Camina por un prado cambiante con un pequeño cofre en sus manos, mientras el viento da vida a su vieja túnica, fundiéndola con su sombra. Nadie puede ver unos ojos que, tras su pelo enmarañado, recuerdan las cien vidas que ha caminado por esta misma tierra, cumpliendo una misión que nunca ha cuestionado.

Detengo mi viaje al pie de un árbol para observar mejor a la figura que, sin prestar atención a nada en concreto, prosigue su lento caminar.
Su nombre, como el mío propio, ha mutado tanto con las eras que nadie recuerda el original, concediéndole infinitas identidades. Pálidas elucubraciones de lo verdaderamente innombrable, pues este ser posee la grandeza de un dios sin llegar a serlo. En otros tiempos venerada, su figura adoptó distintas formas para su causa, dando lugar a la progresión que el ser humano ha llamado evolución. Ha liberado pueblos y estado presente en las decisiones que han llevado a personas de toda la tierra a tomar caminos en la dirección que marcaba un sueño. Hoy es «ella», y una grácil figura sostiene sus ropajes. Sus cabellos se enredan en la brisa, pintándola con los colores de un amanecer. A su paso, algunos de los extraños animales que habitan este mundo, entre el sueño y la vigilia, se separan de sus rutinas y toman otro rumbo, alimentados por una nueva fuerza. Aunque solo unos pocos rompen el esquema que los guía, ninguno queda indiferente tras su marcha y eso es lo más importante de su misión, pues es viento de cambio…
Sin detener su camino vuelve la cara hacia donde estoy situado y, durante un segundo, creo vislumbrar un gesto de reconocimiento. Sonrío y asiento con la cabeza. Ella deja ver una pequeña, muy pequeña, sonrisa también. Ya nos hemos encontrado en el pasado y estoy seguro de que volveremos a hacerlo en el futuro. El Espíritu de la Inquietud tiene esa extraña costumbre de aparecer cuando menos se le espera. Solo deseo que mi reacción no se demore tanto como esta última vez.
Con ánimo renovado recojo mi morral y me dispongo a continuar mi viaje, animado por el encuentro que ha traído nuevas ideas a mi desmantelada cabeza.
El movimiento ayudará a organizarlas…